Navidad en un Pueblo muy muy lejano
Puede parecer exagerado, muy muy lejano, jeje. Pero 7 horas y media en carro con 3 niños que a la mitad de la primer película que llevábamos para «entretenerlos» dijeron que les aburría, ufff! Siempre había dado buen resultado eso de llevar las famosas pantallitas, pero esta vez supongo que no fueron la mejor idea. Tuvimos que recurrir a los juegos del celular por un tiempo. Pero de todas formas no fue suficiente. Hasta que decidimos apagar todos los gadgets y dejar que se aburrieran. Así de simple. ¿Qué de malo tiene aburrirse después de todo? No siempre tenemos que estar «haciendo algo» o con el cerebro ocupado. ¿Porque no sólo ver por la ventana el paisaje? Hasta donde yo recuerdo eso era lo que yo hacía cuando era pequeña y me tocaban viajes largos en carro. Me aburría, me desaburría sola, miraba por la ventana, me dormía, pensaba o no pensaba, hacía consciente el dolor de espalda por estar tanto tiempo en la misma posición. Ver a mis hijos desesperados por «hacer algo» …